Cuando estudiaba fotografía y apenas estaba en la primera clase, todos los estudiantes le hicimos la misma pregunta al profesor: ¿Cuál es la mejor cámara? a lo que el viejo zorro de la fotografía nos respondió: “la que tengan a mano…”. Con el tiempo me di cuenta que lejos de una salida, se trataba de una frase llena de sabiduría, definitivamente, la mejor cámara es la que se tienen en el momento correcto para la escena correcta.
Es por eso que, a mi, personalmente, me gusta tanto la cámara o debería decir cámaras del Galaxy S10+, toda vez que por encima de las especificaciones técnicas lo que entregan es la tranquilad de siempre tener lo necesario para lo que sea que se presente.
En este caso, un viaje relámpago por trabajo a Buenos Aires, en el que sólo había medio día para hacer turismo en una de las ciudades más bonitas de Suramérica.
¿Qué tal se comportó la cámara del S10+?
Antes de comenzar, les recuerdo que este artículo lo teníamos pendiente desde la primera reseña del Galaxy S10+. Ahora bien, si nos vamos a poner técnicos, estos son los números relacionados con las cámaras del S10+.
Ultra gran angular de 16 Mpx con una apertura f:2.2 (la apertura equivale a la cantidad de luz que permite entrar el lente, entre más pequeño el número, más luz entra). Ese es un gran comienzo, pues en la gran mayoría de los teléfonos actuales que integran una gran angular, por algún motivo que no logro entender, hay sensores de apenas 5 u 8 Mpx. En este caso, los 16 Mpx muestran que no es tan sólo un accesorio que queda bonito en las hojas de especificaciones; sino, que, de verdad, muestra que Samsung se toma la fotografía con ultra gran angular muy en serio.
La cámara principal no se queda atrás, pues integra un sensor principal de 12 Mpxs con una apertura variable (como en los lentes de las cámaras profesionales) que va desde f: 1.5 a 2.4. Acá hay que aclarar algo, pues, 12 Mpxs no parecen mucho y, menos cuando hay otras ofertas en el mercado que rondan los 40 y los 48 Mpxl. Sin embargo, el S10+ tiene pixeles que son el doble de grandes de otras marcas, por lo que no sólo se trata del número sino, de la capacidad de los mismos para recoger más luz.
Dicho sea esto, la cámara principal es equilibrada, los colores son reales (sin saturación indeseada) y saben manejar muy bien el equilibrio entre luz y sombra. Hay un detalle que me llamó la atención: el efecto de desenfoque que puede obtenerse con ella, mejora mucho mientras más cerca se esté del objeto, esto es prueba de que efectivamente se trata del resultado de la óptica pura y dura; sin mayores trucos tecnológicos.
La tercera cámara es un zoom óptico de 12 Mpxs y apertura f:2.4 . Vuelve y juega, de la misma manera que con el ultra gran angular, es raro ver que haya un sensor tan poderoso integrado en un zoom que, además (en esto si se alejan bastante de la tendencia), viene acompañado de un estabilizador óptico de imagen.
Lo anterior es importante porque: entre más potente sea el zoom, más sensible es los pequeños movimientos de la mano y, sí usted mi querido lector, tiene un pulso como el mío (que es de maraquero en un Transmilenio), el poder contar con un estabilizador es ideal para lograr tomas a una buena distancia.
Conclusión sobre las cámaras del S10+
La mejor cámara es la que se tiene a la mano (en eso mi profesor tenía razón)! En el caso del S10+, las cámaras están pensadas para cubrir cualquier escenario que se tenga en frente. Un gran angular para que el paisaje entero quepa, una principal con toda la sensibilidad y potencia requerida para captar casi cualquier condición de luz y un zoom con estabilizador para que la distancia no se un problema.
Claro que hay ofertas similares en el mercado, pero a mi juicio, pocas tan bien equilibradas. Las cámaras no se sienten como accesorios sino, que cada una tiene el mérito y la capacidad de brillar por cuenta propia.
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Andrés Felipe Sánchez