Los carros autónomos ya están aquí. Waymo (de propiedad de Google), Uber y Nutonomy, entre otros, ya tienen vehículos rodando por las calles de diferentes ciudades del mundo, conduciendo de forma autónoma. Y los grandes fabricantes de carros como Mercedes Benz, Ford, Daimler Chrysler y Tesla le están apostando a una revolución radical, al punto que compañías como Renault creen que los carros autónomos podrían llegar representar más del 50% de sus ventas en tan solo 5 años.
“You are going to have a massification of autonomous cars in the car business in the next five years because this is such a huge advantage for the driver in terms of comfort, ease, the time in the car to do something else” – Carlos Ghosn, CEO | Renault
Este podría ser un cambio radical para nuestra sociedad y para varias industrias, empezando por la misma industria automotriz que puede estar ad portas de enfrentarse a un cambio en los hábitos de consumo de sus usuarios parecido al que ya han vivido la música y el video y en el que pasamos de un modelo de pertenencia a uno de acceso. De “poseer” a “tener acceso a” a lo Spotify / Apple Music o a lo Netflix.
El Foro Economico Mundial ha venido hablando de esta posibilidad desde hace un par de años, mostrando el roadmap de evolución que puede tomar el sector. Y compañías como RethinkX (uno de los principales Think Tanks del mundo en temas de adopción tecnológica) han publicado reportes que demuestran como, en menos de una década, será mucho mas barato tener acceso a un modelo de car-sharing que poseer un vehículo, por lo menos en Estados Unidos y Europa.
La disruption del Transporte como Servicio (TaaS) será generada por la economía. Una familia promedio norteamericana ahorrará más de USD 5,600 por año tan solo en costos de transporte, una cifra equivalente a un aumento de salario de 10% – RethinkX, Rethinking Transportation 2020-2030
Ahora bien, se ha puesto pensar lo que la masificación de los carros autónomos y la proliferación del Transporte como Servicio puede generar en nuestra economía y en nuestra sociedad? He aquí solo unos ejemplos:
1. La demanda por vehículos nuevos podría llegar a caer en hasta un 70%, generando una disrupción sin precedentes en la industria.
2. Las flotas de camiones autónomos podrían eliminar mas de 10 millones de empleos de camioneros solo en Estados Unidos y Europa (esto no incluye taxistas y conductores personales).
3. Al no haber conductores, el negocio de los restaurantes, hoteles y sitios de descanso en carreteras se vería afectado radicalmente por la disminución de clientes, impactando empleos y cadenas de suministro de productos como alimentos y bebidas.
4. El cambio del modelo de pertenencia a uno de TaaS implicaría la disminución de los requerimientos de estacionamiento, cambiando radicalmente nuestro modelo de ciudad y permitiendo utilizar espacios de tierra para actividades más productivas.
5. Las primas de seguros – de la mano de una reducción sustancial en la accidentalidad vehicular – bajarán radicalmente.
6. La demanda por gasolina – derivada de menos vehículos, mejor manejados y muy seguramente eléctricos – se vendrá al piso haciendo que el precio del petróleo baje radicalmente
7. El 90% de la polución generada por vehículos podría eliminarse
8. La cantidad de heridos y muertos en accidentes de tránsito (que en Estados Unidos es la primera causa de muerte entre los jóvenese entre 15 y 24 años) sería una fracción de lo que es hoy.
Es una revolución que no podrán ni los legisladores ni las mafias del transporte local. Es una revolucionó que hace sentido económico, social y a nivel del medio ambiente. Es una revolución que llegará antes de lo que creemos.
