La semana pasada cumplí un mes desde que perdí mi Apple Watch Series 7 en un incidente acuático en un paseo de kayak en Lake Powell, Arizona. Es la primera vez, desde que compré mi primer Apple Watch en Junio de 2015, que paso tanto tiempo sin un computador en mi muñeca y debo decir que me ha hecho tanta falta que hasta mis familiares y amigos lo han notado.
Ahora bien, antes de contarles lo que más me hace falta (que creo puede ser una visión interesante para quienes están pensando en comprar un Apple Watch y quieren entender para qué sirve y qué usos les damos quienes ya lo hemos tenido), déjeme le cuento por qué no lo he reemplazado:
1 – Porque faltaban muy pocos días para el evento de Apple de comienzo de Octubre en el que, además de los nuevos iPhone, se sabía que la compañía anunciaría la nueva versión del reloj y había rumores de un modelo adicional y me pareció que valía pena esperar unos días antes de tomar la decisión de con qué reemplazarlo, y
2 – Porque ya habiendo visto el Apple Watch Ultra creo que puede ser la mejor opción en este momento pero las 4 veces que he ido a las tiendas de Apple en Philadelphia y Miami estos días no he podido encontrar nunca disponibilidad de compra, sus despachos están para comienzos de Noviembre en Estados Unidos y el dispositivo aún no llega a Colombia (aunque en la página de iShop ya dice “Avísame”, lo que me tiene emocionado).
Y entonces me quedé en el limbo. Un limbo que me ha costado mucho más de lo que pensé y que me ha dejado ver lo útil que es el Apple Watch.
Ahora sí, qué me ha hecho falta del Apple Watch:
1 – Las notificaciones
Durante estos años he perfeccionado el uso de las notificaciones en el dispositivo, prendiendo unas, apagando otras y llegando a un modelo en el que recibo las que necesito de manera instantánea, discreta y super útil, permitiéndome tomar acciones para aquellas que requieren de una acción (un mensaje de la oficina, el recordatorio de una reunión, una llamada de mi familia) y obviar aquellas que puedo atender más tarde (una mención en Twitter, un WhatsApp no urgente, una llamada de un tercero, etc.) sin mayor espaviento.
Y es que mi Apple Watch jamás ha timbrado -porque siempre lo he tenido en silencio- sino que a través del motor háptico le da a uno discretos toquecitos, sin molestar a los demás, y con un movimiento de muñeca puede uno ver el resumen de la notificación, sin necesidad de sacar el teléfono ni interrumpir al 100% lo que uno está haciendo, especialmente cuando uno está con alguien más.
En estas semanas me he dado cuenta que se me pasan notificaciones de mensajes, de llamadas y, sobretodo, del comienzo de reuniones con lo que mi récord de puntualidad (que generalmente está por encima del 95%) se ha visto, tristemente, afectado.
2 – La motivación extra en temas de ejercicio
Los que me conocen saben que no soy un atleta de alto rendimiento. Sin embargo, los anillos de ejercicio, los retos mensuales y las notificaciones diarias y mensuales asociadas a cómo voy en temas de ejercicio me han servido para bajar de peso, ser más activo, caminar más en el día a día y hacer más ejercicio del que hacía antes de tener el dispositivo. Y tengo pruebas!
Ni qué decir de cuando uno hace algo diferente a lo normal, como hacer hiking o esquiar o montar en kayak o bailar; el Apple Watch tiene una actividad para cada registrar cada deporte.
En este mes he visto cómo el levantarme y hacer spinning, el salir a caminar o montar en bicicleta no es lo mismo cuando no puedo cuantificar el ejercicio, los pasos, la distancia y el esfuerzo realizado. Las mediciones asociadas a la actividad física complementan la experiencia deportiva y le dan una medición completamente diferente, y ahora con watchOS 9 el reloj puede ayudarlo más en temas especializados para quienes trotan y quienes montan en bicicleta.
3 – Como de todo lo relacionado con la Salud
Por años, desde que Jony Ive perdió la batalla interna por allá en el 2017, el Apple Watch ha tenido un foco muy marcado en temas de salud y bienestar.
Hoy por hoy el dispositivo puede avisarle a sus contactos de emergencia si usted sufre una caída y no responde a la notificación de “¿Estás bien?” que lanza (algo que se ha activado un par de veces pero no he tenido que usar), puede alertarle cuando encuentre variaciones extrañas en su ritmo cardíaco o cuando detecte niveles elevados o bajos del mismo (que puede terminar evidenciando problemas más graves como el de una amiga mía que les conté en Hablemos de Apple hace unas semanas). Incluso puede avisarle cuando hay demasiado ruido a su alrededor que pueda afectar su audición en el mediano y largo plazo.
Desde el dispositivo, usted puede medir el nivel de oxígeno en su sangre y puede incluso tomarse un electrocardiograma que luego puede compartir con su médico, si así lo desea. Y, en conjunto con el iPhone, el Apple Watch ahora puede mostrarle tendencias asociadas a temas de movilidad con los que se pueden tomar medidas preventivas.
Desde que perdí mi Apple Watch tengo FoMO (Fear of Missing Out) de una cantidad de variables que venía midiendo desde hace años y que hoy no tengo. Puede sonar loco y hasta medio adictivo pero en realidad creo que la tranquilidad de saber, y de que la data esté segura, encriptada y no se sólo resida en mi reloj y en teléfono, es interesante.
Así que seguiré yendo al Apple Store mientras estoy de viaje y seguiré esperando el mail de iShop a ver cuándo llegan los nuevos Apple Watch a Colombia porque aunque sé que puedo vivir sin uno ya no quiero vivir sin uno.